«Qué es la felicidad auténtica y cómo alcanzarla» es una pregunta que vale la pena plantearse.
La felicidad auténtica es el tipo de felicidad al que todos deberíamos aspirar. Es la clase de felicidad que bien vale la pena practicar e interiorizar.
Es la felicidad que promovemos desde SERES FELICES, y que en varias ocasiones hemos denominado «felicidad a prueba de balas».
La felicidad auténtica es un conjunto de buenas prácticas, hábitos y principios para alcanzar una vida feliz y plena.
Aunque su alcance es mucho más amplio y antiguo, es, más recientemente, un concepto planteado por el doctor e investigador Martin Seligman.
Seligman es un académico adscrito a la universidad de pensilvania quien durante las últimas décadas se ha consagrado al estudio de la felicidad. Es un experto en psicología positiva y autor de varios libros y publicaciones. Entre sus libros más destacados figura la Auténtica Felicidad.
Es un libro fácil de leer, aunque está escrito con un estilo académico (es lo que se espera de un investigador doctorado en psicología).
Siempre me ha parecido un gran desafío intentar resumir un libro. De verdad admiro a quienes tienen la capacidad de comunicar en pocas palabras un contenido de mayor envergadura.
La Auténtica Felicidad no es la excepción. Es un libro de más de cuatrocientas cuarenta páginas que trata ampliamente el tema de la felicidad.
Sin embargo, hoy me he atrevido a extraer un párrafo que -a mi modo de ver- resume el concepto de la Auténtica Felicidad planteado por Seligman.
Seligman plantea que «una vida plena consiste en experimentar emociones positivas respecto al pasado y al futuro, disfrutar de los sentimientos positivos procedentes de los placeres, obtener numerosas gratificaciones de nuestras fortalezas características y utilizar éstas al servicio de algo más elevado que nosotros mismos para encontrar así un sentido a la existencia«.
No hay nada de inconveniente en devolverse y leer de nuevo el párrafo anterior. Yo también lo tuve que volver a leer la primera vez que lo leí.
De cualquier modo, no te preocupes por ello querido lector ya que analizaremos con más detalle este extracto. El propósito de este artículo es justamente entender qué es la felicidad auténtica y como alcanzarla.
De ahí que nos apoyemos en el contenido anterior para complementar un concepto que va más allá de los valiosos aportes de Seligman a la definición de la felicidad.
Aunque el contenido de esta frase no es el santo grial de la felicidad, sí podemos hallar en él algunas claves esenciales para alcanzar una felicidad interior más duradera.
Pero entonces, ¿qué es la felicidad auténtica y cómo alcanzarla?
¿Qué es la Felicidad Auténtica y cómo Alcanzarla?
Empecemos por desmenuzar la noción de auténtica felicidad que plantea el autor.
Esta definición se puede dividir en cuatro segmentos como veremos a continuación.
1. «Una vida plena consiste en experimentar emociones positivas respecto al pasado y al futuro»
Según esto, una vida feliz exige reconciliarse con el pasado y tener una visión de futuro alentadora. Es sepultar en la medida de lo posible los recuerdos más dolorosos de nuestra experiencia y rememorar los que más alegría nos brindan. Significa elaborar una noción de futuro lleno de esperanza, donde visualicemos con optimismo la realización de nuestros sueños.
2. «Disfrutar de los sentimientos positivos procedentes de los placeres»
Al respecto, podemos afirmar que Seligman es generoso en tanto que es inclusivo al momento de considerar los placeres. Antes bien, nos alienta a ser conscientes de la importancia de disfrutar moderadamente de tales sensaciones.
Sin embargo, es preciso aclarar que estos placeres se refieren a aquellos que podemos obtener al admirar un paisaje o disfrutar de un atardecer. También comprende aquellos placeres que se generan a partir del disfrute de una buena compañía, de saborear un buen café o de deleitarse con una buena comida.
En ningún momento alude a los placeres desenfrenados que alteran el sistema nervioso y provocan momentos pasajeros de éxtasis o euforia.
Por lo tanto, tener la capacidad de discernir entre ambos tipos de placeres, es una facultad clave para ser plenamente felices. Quienes no pueden distinguir entre estas dos categorías de placeres, estarán a merced de sus inclinaciones y caprichos. Son aquellas personas que no controlan sus pasiones, pero que son controladas por ellas.
De ahí que los placeres no provenientes de los sentimientos positivos, nos lleven a experimentar adicción y a establecer hábitos dañinos. Son prácticas que progresivamente causan un deterioro en el sistema nervioso, provocando dependencia y dolor. Nada más doloroso que ver padecer a un paciente con problemas de adicción.
Es sin duda una experiencia que en ningún momento conduce a la felicidad auténtica. Antes bien, nos aleja de ella, sumergiéndonos en un estado de excitación grotesco de nuestros sentidos.
Si quieres profundizar un poco más sobre los placeres y su relación con la felicidad, te invito a leer otro de mis artículos que trata al respecto: Hedonismo, Eudemonismo y Felicidad.
3. «Obtener numerosas gratificaciones de nuestras fortalezas características»
Sobre este tercer apartado, Seligman presenta un ingrediente fundamental. Se trata de los talentos o como él mismo los llama, las «fortalezas características».
Un individuo que ha descubierto sus talentos y tiene la gran fortuna de trabajar consistentemente con ellos, es una persona satisfecha que se deleita con su trabajo.
Máxime si tenemos en cuenta que el trabajo es una de las grandes áreas en donde -por naturaleza- invertimos nuestro más valioso recurso: el tiempo.
Cualquier persona verdaderamente exitosa, nos dirá que la clave de su éxito ha consistido en trabajar en aquello que realmente se le da bien.
No todas las personas descubren sus talentos desde pequeños. De hecho la gran mayoría deben tomarse el trabajo de experimentar, ensayar y mirar en qué son realmente buenos.
Este proceso puede ser extenuante, pero no hay nada tan valioso como descubrir tus talentos y conectarlos con algo que te permita aplicarlos.
Además, si logras ir un paso más allá, no sólo los utilizarás como un pasatiempo, sino que también podrás ganarte la vida disfrutando de aquello que verdaderamente te apasiona.
4. «Utilizar éstas (las fortalezas características) al servicio de algo más elevado que nosotros mismos para encontrar así un sentido a la existencia»
En mi opinión, este cuarto segmento el más revelador de todos.
Con todo, no es necesario que Seligman ni la ciencia de la felicidad nos indiquen que servir a los demás, es una fuente infinita de bienestar y satisfacción interior.
Si dar a los demás es gratificante, imagina lo que debe ser servir a los demás, por medio de tus mayores talentos. No sólo obtendrías una compensación económica mérito de tu trabajo, sino que también impactarías positivamente la vida de las demás personas.
Y aquí podemos mencionar al músico que canta para que otros se deleiten con su música. Al futbolista que recrea y entretiene a sus hinchas con sus jugadas y goles. El gestor de inversiones que con su talento financiero hace ganar más dinero a clientes. Al escritor que enseña a sus lectores diferentes temas de interés. Al asesor comercial que consigue nuevos clientes para que su empresa pueda seguir vendiendo y generando flujo de caja.
Todos estos son apenas algunos ejemplos de personas que utilizan sus talentos para encontrar un sentido y un propósito a su existencia.
Como ellos, tú también puedes poner tus talentos al servicio de algo más elevado. De algo que te permita «jugar» y divertirte mientras trabajas y obtienes ingresos.
Agradezco al doctor Martin Seligman por sus notables aportes al estudio de la felicidad. Sin lugar a dudas su definición nos brinda elementos clave para alcanzar la auténtica felicidad.
Sin embargo, y a pesar de todo, la felicidad auténtica incluye también otros aspectos que bien vale la pena considerar antes de dar cierre a esta publicación.
Basta considerar el término «auténtico», para saber que esta es una felicidad más poderosa. Es más genuina porque proviene del ser interior de cada persona.
No obstante, la felicidad auténtica no se puede definir en una sola frase y menos con una sola palabra. Es algo más amplio cuya comprensión exige una mentalidad que va más allá del intelecto.
Para comprender a cabalidad la felicidad auténtica no se requiere de amplios estudios académicos. Tampoco se necesita tener un doctorado en psicología. Lo que se requiere es abrir el corazón y dejar que en vez de nuestro intelecto, sea la sabiduría la que nos guíe en su comprensión y práctica.
La felicidad auténtica es una felicidad integral porque abarca todos los aspectos primordiales de la vida. No se limita a proporcionar bienestar a partir de la riqueza, sino que se expande a lo que podríamos denominar bienestar multidimensional.
La felicidad auténtica es una felicidad superior. Es superior porque es «a prueba de balas». No está condicionada a triunfos, a títulos ni a logros. Tampoco está condicionada únicamente a los momentos en que experimentamos sensaciones positivas o agradables (al respecto podrías leer mi Amplio Glosario Práctico de la Felicidad). Ella se manifiesta aún en la adversidad y en los momentos más difíciles.
Es una felicidad que está siempre presente y en el momento presente.
Como mencionamos en una entrevista con la felicidad, la felicidad auténtica yace dentro de nosotros. Es nuestro estado natural por excelencia. Es el estado primitivo de plenitud al que todos debemos retornar.
También es superior porque se enfoca en los aspectos interiores del ser humano; en ese tipo de acciones que son voluntarias y que no están supeditadas a la aprobación o a la voluntad ajena.
Los principios de la felicidad auténtica han sido practicados durante milenios por maestros y sabios.
Es un conocimiento que no necesita estar respaldado ni aprobado por la ciencia para uno saber que sus efectos son infalibles.
Ahora bien, la felicidad auténtica no es sólo buen humor o alegría. Tampoco es únicamente bienestar económico ni acceso a buenas condiciones de vida.
Se puede decir que las personas que han alcanzado la felicidad auténtica, son aquellas que aún en «el infierno», son capaces de crear sus propios paraísos.
Y no se trata de autoengaño o de trucos baratos que pretenden confundir a la mente a través de falsas sugestiones. Se trata de adquirir un nivel de conciencia tal, que nuestra visión de la vida y del mundo, se transformen a otro grado mucho mayor de abundancia, felicidad y prosperidad.
En resumen, muy bien haríamos en aspirar a alcanzar la felicidad auténtica. Para alcanzarla debemos seguir despertando nuestra conciencia y trabajando en nuestro desarrollo con «valentía serena».
Si la pregunta «qué es la felicidad auténtica y cómo alcanzarla» te impactó, una primera recomendación sería empezar a aplicar la definición de auténtica felicidad impartida por Seligman.
Reconciliarnos con nuestro pasado y tener un futuro esperanzador para vivir al máximo en el presente.
Disfrutar sana y moderadamente de los sanos placeres.
Descubrir y pulir nuestros talentos para disfrutar al máximo de su práctica.
Finalmente, poner nuestros talentos al servicio y a la contribución de la humanidad, de manera que podamos dejar un legado que trascienda nuestra breve existencia.
A pesar de todo, es mucho más lo que se podría hablar sobre la felicidad auténtica o auténtica felicidad.
Sin embargo, espero haber dado un poco de luz sobre un concepto que merece toda la atención de quienes realmente anhelan una felicidad duradera y «a prueba de balas».
Y tú… ¿Tienes más claridad sobre lo que es la felicidad auténtica y cómo alcanzarla? ¿La practicas ya? ¿Te animas a interiorizarla aplicando sus principios a tu propia vida?