Hay siete mitos sobre la felicidad que tienes que derribar si quieres cambiar tu vida para ser más feliz.
Se trata de falsas creencias sin fundamento, que frustran nuestro propósito de ser más felices, vivir en abundancia y en armonía con la vida.
Desde las civilizaciones más antiguas, los seres humanos han construido narrativas e historias para intentar explicar los distintos fenómenos de la naturaleza.
A pesar de los impresionantes avances de la ciencia, todavía hay mucho desconocimiento entorno a muchas cosas que creemos conocer.
De esta manera, es muy común encontrar mitos y creencias sin fundamento, en cualquier disciplina o materia.
A menos que seamos científicos, es muy normal que no sometamos continuamente a una validación rigurosa la información que recibimos.
En cambio, recibimos todo el tiempo información proveniente de familiares o conocidos, que no sabemos «a ciencia cierta» si es verdadera.
Información que en realidad se basa en las opiniones de quienes por generaciones han transmitido las mismas creencias sobre algún asunto.
La cuestión se vuelve aún más compleja hoy en día con las redes sociales y los universos informativos de contenidos falsos.
En cuanto a la felicidad se refiere, también hay una cantidad de mitos y malas interpretaciones entorno a ella.
Interpretaciones erradas que nos llevan a tomar decisiones equivocadas sobre la mejor forma de conducir nuestras vidas para ser más felices.
El problema de no esforzarse por comprender y estudiar con rigor y buen juicio la felicidad, es que fácilmente podemos adoptar creencias muy limitadas sobre su significado.
Ahora bien, que tu sistema de la felicidad esté compuesto por componentes distintos a los míos, no es un problema en sí.
La cuestión es que hay muchas cosas que etiquetamos como felicidad, cuando en realidad no lo son o simplemente son un complemento de ella.
Si deseas entender mejor las diferentes nociones y términos que se pueden tejer en torno a la felicidad, te recomiendo leer los siguientes dos artículos de nuestro blog.
Qué es la Felicidad Auténtica y cómo Alcanzarla y Amplio Glosario Práctico de la Felicidad.
El primer artículo te dará una visión general y muy completa del tipo de felicidad que promulgamos y profesamos en SERES FELICES.
El segundo, te ayudará a entender los diferentes conceptos que hacen parte de la auténtica felicidad, pero que no constituyen como tal un concepto absoluto de ella.
La utilización y la forma en que nos relacionamos diariamente con tales conceptos es demasiado sutil.
De ahí que fácilmente confundamos felicidad con alegría o satisfacción con felicidad.
Tras haber precisado un poco el contexto, veamos cuáles son esos siete mitos sobre la felicidad que tienes que derribar.
Siete Mitos sobre la Felicidad que Tienes que Derribar
1. El dinero da la felicidad
En Cinco Formas en que el Dinero Aporta a la Felicidad, fuimos enfáticos en afirmar que el dinero no puede comprar la felicidad.
El dinero puede brindar bienestar y confort, pero no te dará automáticamente felicidad interior.
Si bien alguien que tiene dinero puede suplir todas sus necesidades más elementales y estar en mejores condiciones para trabajar en su felicidad auténtica, no siempre es así.
Para trabajar conscientemente en una felicidad que dependa en gran medida de nosotros mismos, es necesario expandir la conciencia.
Despertar nuestra conciencia para darle a la felicidad la prioridad que realmente se merece en nuestras vidas.
De ahí que la felicidad auténtica pueda cultivarse con o sin dinero, pero no sin conciencia de ella.
Asimismo, no es posible adquirir una mentalidad de prosperidad y abundancia sin conciencia.
Por eso, de la misma manera que se puede saber dos idiomas, es posible ser rico y feliz al mismo tiempo.
Es posible tener una sin que ello imposibilite a la otra.
Tú puedes ser prósperamente feliz.
2. No se puede ser feliz en la adversidad
Claro que no se puede ser feliz durante una mala racha.
Sin embargo, ello dependerá de lo que tú entiendas por felicidad.
Al ser algo tan subjetivo y abstracto, la felicidad puede tener tantos significados como habitantes hay en la tierra.
Si tu definición de felicidad te plantea que sólo puedes ser feliz en ausencia absoluta de problemas, cuando «todo esté perfecto», sufrirás demasiado.
Una definición tan limitada como esa te mantendrá más en un estado de infelicidad que de plenitud.
La misma ciencia de la felicidad ha constatado que las personas más felices no son las que menos sufren, sino las más resilientes.
Es decir, aquellas que tras enfrentar un problema, lo resuelven y logran sobreponerse a cualquier crisis, por grave que ésta sea.
Por lo tanto, no es que no podamos ser felices en la adversidad.
Si nuestra felicidad es auténtica, permanecerá con nosotros en la adversidad y en la calma. En la crisis y en el problema.
De lo que debemos ser conscientes es que durante los momentos difíciles quizás no estaremos contentos, alegres o cómodos.
Pero felices, auténticamente felices, ¡sí que podemos seguirlo siendo!
Todo ello dependerá de qué tan fuerte sea tu definición de felicidad, para que no se derrumbe cuando más la necesites.
Con todo, creer que no se puede ser feliz en la adversidad equivale a creer que no se puede estar bien cuando llueve.
Nadie sabe siempre con exactitud cuándo lloverá ni cuándo se pondrá gris el cielo.
Pero con nubes y todo, uno puede seguir viviendo bien e incluso elegir si resguardarse de la lluvia o bailar bajo ella.
A menos que estés hecho de azúcar, te derretirás y… bueno… se acabará todo.
3. La felicidad se alcanza con la jubilación
Por increíble que parezca, esta creencia sigue estando vigente en el pensamiento de muchas personas.
Aunque hoy en día los milenials hagamos de todo para demostrar lo contrario, la realidad es que muchas personas siguen creyendo que sólo serán felices cuando se jubilen.
Si la felicidad se alcanzara al jubilarse, no sólo habría muchas más personas felices, sino que tendríamos una fórmula infalible para alcanzarla.
Aunque suene cliché, en vez de esperar a jubilarte para empezar a hacer lo que te apasiona, empieza hoy mismo.
Si tienes un trabajo que no te gusta, míralo como un medio que te permitirá trabajar en lo que de verdad te apasiona.
No pierdas de vista tu objetivo y ten la voluntad para cambiar y retirarte en el momento justo.
En otras palabras, «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy» o mejor aún, ¡jubílate ya!
4. La felicidad depende de cosas externas
Esta creencia resulta aún más atrevida que la anterior.
Pensar que la felicidad depende de otras personas o cosas, es como pensar que el sol sale todos los días porque rezamos para que salga.
El sol sale porque esa es su naturaleza y lo seguirá haciendo por quién sabe cuántos eones más.
El problema con este mito es que aunque seamos conscientes y sepamos que la felicidad no puede depender de cosas exteriores, en la práctica seguimos siendo muy dependientes de lo exterior.
Seguimos entregando las llaves de nuestra felicidad a otras personas, sucesos o cosas.
Y cuando lo hacemos, cedemos el control sobre algo que es exclusivamente responsabilidad personal de cada uno.
La felicidad personal no puede estar vinculada a un logro, a una pareja y ni siquiera a los padres o a los hijos.
Es más bien una disciplina muy personal cuya buena práctica depende exclusivamente de cada uno de nosotros.
Este mito también se fortalece por la creencia de que seremos felices cuando logremos tener esto o aquello.
Una creencia fatal que nos impide disfrutar del proceso por estar obsesionados con el punto de llegada.
5. La felicidad es la meta
Continuando con la idea del mito anterior, los seres humanos seguimos engañándonos al pensar que la felicidad es un destino al que debemos llegar.
Pensar que la felicidad es la meta es ciertamente uno de los siete mitos sobre la felicidad que debes derribar.
Al respecto, no debemos confundir la idea de que seremos felices al final, con la noción de la gratificación aplazada.
Por un lado, aplazar la decisión de ser auténticamente felices hoy es un grave error del que bien podríamos arrepentirnos.
Por otro lado, la capacidad de resistirse a la tentación de una recompensa inmediata a cambio de una recompensa mayor significa hacer buen uso de nuestra fuerza de voluntad.
En este sentido, podemos utilizar la gratificación aplazada para derribar el mito de que la felicidad es la meta.
Para ello, bien podemos resistirnos a las tentaciones y distracciones de una felicidad débil y pasajera, a cambio de una auténtica y duradera.
Podemos elegir una felicidad con propósito que nos aliente a vivir cada día con ilusión, pasión y convicción.
De esta manera, podremos disfrutar del recorrido sin distraernos por la meta ni perdernos el hoy por estar fijados a un mañana.
6. Poseer cosas nos dará más felicidad
Al igual que el primer mito de nuestra lista, poseer más cosas no nos hará más felices.
De hecho, numerosas investigaciones han demostrado que el disfrute de objetos y cosas materiales es mucho más corto que el que nos pueden brindar otras experiencias.
Vivencias tales como, por ejemplo, los viajes o pasar tiempo conversando o inmersos en alguna actividad con nuestra familia o amigos.
Este mito está ampliamente infundado por la sociedad y los medios que nos hacen creer que al tener más, seremos más exitosos.
Tal creencia nos lleva a vincular la felicidad con la consecución y posesión de objetos o cosas, pues pensamos que éxito material es sinónimo de felicidad.
No niego que poseer más cosas nos pueda brindar satisfacción y hasta de pronto alegría, pero tales efectos se agotan y son pasajeros.
Por lo tanto, pensamos que el logro de conseguir más cosas, significa ser exitoso y que dicho éxito significa felicidad.
Si esto fuera cierto, bastaría conseguir algo para ser exitosos y de ahí nos convertiríamos automáticamente en seres felices.
Además, el afán inconsciente de conseguir cosas sin razón, puede perturbar nuestra tranquilidad, conduciéndonos a la obsesión y a querer controlarlo todo.
7. Ser independiente te hará feliz
La independencia entendida como autosuficiencia no nos hará más felices.
De hecho, ser excesivamente independientes nos puede volver egoístas.
Las personas egoístas suelen ser más solitarias ya que prefieren hacer todo por ellas mismas y adjudicarse sus victorias como si fueran personales.
Vanidosamente se enorgullecen de ser independientes y de haber logrado todo lo que tienen sin el apoyo de nadie.
Esta noción de independencia y autosuficiencia, tan celebrada en nuestra sociedad actual, es un comportamiento que conduce a la insatisfacción.
Un comportamiento que reluce y está mucho más arraigado en las sociedades occidentales que en las orientales donde las personas pueden ser más comunitarias.
En occidente, es común reconocer a las personas por sus esfuerzos personales para salir adelante, sin dar crédito a los esfuerzos colectivos.
Sin embargo, somos ingenuos cuando negamos que el éxito de muchas personas, ha sido un esfuerzo conjunto de muchas otras que les ayudaron para llegar hasta donde se encuentran hoy.
Hasta que no celebremos colectivamente los logros que presuntamente nos adjudicamos como individuales y propios, seguiremos cultivando una falsa noción de felicidad.
Una felicidad que se confunde con la arrogancia de lograr y lograr cosas para ser más y más felices.
Una felicidad así, tarde o temprano conducirá a la desilusión y a la soledad.
Y, definitivamente, creo que nadie puede ser realmente feliz estando solo.
Además, la dicha de alcanzar algo, no es tan significativa ni plena cuando se llega solo a la cima, que como cuando llegamos con alguien con quien podemos compartirla y disfrutarla.
¿Qué sentido tiene ser feliz si en nuestra noción de felicidad no existen los demás?
¿Qué tan útil es lograr algo que no contribuye en ninguna medida con el bienestar y la dicha de nuestro prójimo?
Por lo tanto, no se trata de ser independiente ni tampoco dependiente, para ser más felices.
De lo que se trata es de forjar una interdependencia equilibrada con la humanidad, donde, mediante tus talentos y habilidades, contribuyas con el progreso de los demás.
Para finalizar…
En definitiva, es muy importante distinguir entre las falsas creencias y los principios que sustentan a la auténtica felicidad.
Distinguir entre ambos, nos permitirá cultivar la felicidad desde nuestro interior, sin dejar que dependa de lo exterior.
Desmontar estos siete mitos sobre la felicidad, es un primer paso para salir de la ignorancia que nos impide ser verdaderamente felices.
Y tú ¿cuál de estos siete mitos sobre la felicidad tienes en este momento impuesto como una verdad absoluta?
¿Sabes de algún otro mito que nos impida ser felices?
¿Te atreves a derribar alguno o todos los mitos de esta lista que actualmente están frustrando tu felicidad?
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