Cinco Lecciones de Felicidad que me Dejó el 2021

Cinco Lecciones de Felicidad que me Dejó el 2021
Cinco Lecciones de Felicidad que me Dejó el 2021

Hay cinco lecciones de felicidad que me dejó el 2021.

Son cinco aprendizajes muy prácticos que pueden ayudarte a ser más feliz.

Estas cinco enseñanzas son muy personales, pero tengo la plena certeza de que se constituyen en principios de aplicación general.

Y ello es justamente algo de lo más fascinante de la auténtica felicidad. Tanto si vives en Alaska, Siberia, Tuvalu o Madagascar, puedes ser plenamente feliz.

Cualquiera puede ser plenamente feliz, luego de satisfacer sus necesidades más básicas y primarias, sin necesidad de ser un faquir o un monje.

El 2021 fue sin duda un año en el que la pandemia del coronavirus siguió luciéndose como protagonista.

Las farmacéuticas y sus milagrosas vacunas. Los contagios y las múltiples variantes de un virus que parece no tener fin, fueron temas de debate que infectaron los medios de comunicación.

Aunque las pandemias más agresivas de la historia han perdurado durante años, parece que nuestra vida actual va tan rápido, que exigimos ingenuamente que la del Covid-19, termine nada más haber llegado.

No obstante, deberíamos ser más conscientes y reconsiderar nuestras opiniones y miradas frente a la dinámica de esta crisis sanitaria.

En realidad, apenas van dos años y algunos meses desde que emergió este virus.

Por supuesto que es mucho tiempo; pero, a la vez es poco.

Mucho porque dentro de muy poco se ha extendido por todo el planeta, causando millones de muertes, poniendo en problemas a muchas personas.

Y poco, porque es apenas normal el proceso que implica, atravesar una crisis sanitaria de escala global.

De hecho, me parece que, antes bien, se ha avanzado muchísimo y que debemos tener paciencia.

Pero bueno, esta publicación no es sobre el coronavirus, aunque éste sea en buena parte el causante de la infelicidad y de la desdicha de muchas personas por estos días.

He querido mencionarlo a modo de introducción, puesto que es un factor que nos ha tocado a todos, directa o indirectamente.

Se trata de un suceso de enormes proporciones que estuvo vigente durante todo el 2021, alterando, para bien o para mal nuestras vidas.

Veamos entonces cuáles son esas cinco lecciones de felicidad que me dejó el 2021.

Cinco Lecciones de Felicidad que me Dejó el 2021

1. Es cuestión de paciencia

Esta lección puede ser obvia y sin embargo es algo que a todos nos sigue costando bastante poner en práctica.

Salir de una crisis, resolver un problema y volver a ordenar aquellas cosas que antes nos daban tranquilidad y paz, es más una cuestión de paciencia que de otra cosa.

No estoy completamente de acuerdo con que la paciencia sea una suerte de tolerancia y pasividad absoluta donde debemos quedarnos completamente cruzados de brazos sin hacer nada.

Creo más bien que la paciencia es la capacidad de estar más allá del bien y del mal, ubicándonos a una altura tal, que podamos analizar con detenimiento y objetividad, nuestros problemas.

Resultaría realmente complejo intentar cambiar aquellas cosas que nos impiden ser felices, si abordáramos todo con desesperación.

Intentar hallar soluciones y pensar en aquellas cosas que mayor bienestar y dicha nos puedan brindar, requiere de una mente serena y tranquila.

Las buenas soluciones, las de largo plazo que atacan la raíz de un problema, requieren paciencia.

Negarse a cultivar la paciencia es caer en una doble trampa. Es hundirse más en el pozo de desesperación que nos aflige, y correr el riesgo de elegir mal.

Es exponernos a tomar decisiones que quizás no sean las más convenientes ni las que más plenitud puedan traernos a nuestra vida.

En definitiva, la paciencia no es sinónimo de pasividad ni falta de carácter.

La paciencia, al contrario, es la facultad que nos va a permitir pensar con calma sobre las decisiones más importantes para cambiar nuestra vida.

También significa aceptación, mas no resignación.

Durante una crisis como la actual, por ejemplo, la paciencia es un poder que nos permite disfrutar con más plenitud de cada instante.

Es una herramienta que nos ayuda a enfocarnos en el presente, sin preocuparnos por aquellas cosas que están fuera de nuestro control.

De esta manera, podemos vivir tranquilamente el hoy, aunque el mañana se muestre incierto e incluso oscuro; pues la paciencia es como un haz de luz que nos permite hallar la salida hacia una vida feliz.

Practicarla y cultivarla, nos permitirá vivir plenamente aún en medio de la incertidumbre más extrema.

2. Aprende a aceptar la imperfección

Aprender a aceptar la imperfección debería ser un mantra para todos. Inclusive para los que ya poseemos cierto entrenamiento en la disciplina de ser felices.

Cuando aprendes a aceptarte tal y cómo eres, inicias un viaje de autodescubrimiento que, curiosamente, te puede llevar a lograr grandiosos cambios en tu existencia.

Y es que aceptarse como un ser imperfecto proporciona grandes ventajas sobre quienes ingenua y tercamente buscan la perfección. La cual, dicho sea de paso, creo que no existe.

Una de ellas consiste en reconocer nuestras debilidades y entender que podemos mejorarlas.

Reconocer con humildad, por ejemplo, que no somos felices y que nuestra vida debería mejorar, es un primer paso para abrirnos hacia una vida abundante y plena.

Quienes hemos comprendido que no se trata de ser perfectos, sino, seres felices, cambiamos por completo nuestra perspectiva de lo que significa nuestra vida.

Cuando se truncan nuestros planes y se vienen abajo todas las expectativas que teníamos puestas sobre algo, se derrumba nuestra vida.

Y esto sucede porque creemos y esperamos que todo tiene que salir a la perfección, tal y como lo estuvimos planeando y esperando.

Sin embargo, la vida está llena de sucesos y de circunstancias que no podemos controlar y en las cuales ni siquiera podemos intervenir.

De ahí que sea fundamental aceptar que no somos perfectos y que por más que estemos preparados para algo, siempre habrá imprevistos que podrán alterar los resultados que tanto esperamos.

3. Todos somos humanos

Esta lección se relaciona bastante con la anterior.

Ser humanos, es por definición ser imperfectos. Conocer nuestra naturaleza humana nos permitirá entender mejor lo que significa ser humanos.

Al estudiar la naturaleza humana, podemos tomar conciencia sobre el por qué hacemos lo que hacemos y actuamos como actuamos.

Dicho estudio es, en mi opinión, uno de los más importantes para comprender toda la lógica de nuestra existencia y de nuestro comportamiento, tanto a nivel individual como social.

Aquí lo importante es diferenciar que hay algunos aspectos de nuestra naturaleza que son muy influyentes, mas no inalterables.

Y con lo anterior me refiero a que, por ejemplo, toda nuestra especie necesita comer, alimentarse. Sin embargo, podemos elegir (hoy más que nunca) aquello que ingerimos.

Tenemos el poder de decidir si llenamos nuestro estómago de comidas poco nutritivas o bien, podemos elegir llevar una dieta sana y balanceada.

Una dieta saludable con alimentos que potencien nuestro bienestar e impulsen nuestra voluntad de ser felices.

Por otro lado, recordar algo tan lógico como el hecho de que somos seres humanos, es una de las cinco lecciones de felicidad que me dejó el 2021.

Situaciones adversas y calamitosas como una pandemia, desastres naturales y cualquier clase de conflicto, nos deben hacer reflexionar sobre la igualdad.

La igualdad, es decir, el hecho de entender que sin importar nuestros credos, religiones, razas, nacionalidades o riqueza, todos en este planeta compartimos ciertas similitudes, es preponderante.

Reconocernos como iguales no sólo nos llevará a ser más empáticos, sino también más compasivos y abiertos a ser más generosos, humildes y amables.

Y la práctica de todas estas virtudes, valores y buenas prácticas, no sólo contribuyen con la felicidad de nuestro prójimo, sino también con nuestra propia felicidad.

4. Debemos volver a mirar hacia adentro

Para ninguno de nosotros debería ser un misterio el hecho de que las soluciones a los mayores problemas de la humanidad, residen en su interior.

Dentro de cada uno de nosotros se hallan las respuestas a todo aquello que nos permite crear abundancia, plenitud y libertad.

La felicidad, aquella auténtica, nuestra felicidad personal, no es ajena a este hecho.

Si de verdad queremos ser plenamente felices y conquistar una felicidad personal que no dependa de circunstancias ni hechos externos, deberemos volcar nuestra mirada hacia nuestro interior.

Allí se halla el germen de todo nuestro mejor potencial, aunque también de nuestra oscuridad.

Por ello, es necesario aclarar que no basta con mirar en nuestro interior.

Debemos hacerlo con la mentalidad y las creencias correctas. De lo contrario, podemos correr el riesgo de cultivar ideas y hábitos contrarios a nuestro propósito de vida y ajenos a todo aquello que representa la auténtica felicidad.

Miremos hacia nuestro interior con los anteojos correctos y descubramos todo lo bello que nos puede impulsar a transformar nuestra vida para nuestro bien y el de la humanidad.

5. La vida es un instante

Al igual que las anteriores cinco lecciones de felicidad que me dejó el 2021, esta quinta lección también es sumamente obvia, pero la olvidamos.

Se trata de un enunciado bastante lógico, pero sobre el cual muchas veces no nos detenemos a reflexionar con el debido juicio.

Tendemos a olvidar que la vida es corta, pero también constituye un suceso continuo de permanentes instantes.

Cuando sobrevienen épocas y momentos turbulentos en donde la muerte parece posarse más cerca de nuestra vida, es donde más caemos en cuenta de esta sabia obviedad.

Pareciera que muchas veces necesitáramos llegar al límite para recordar la brevedad de nuestra existencia.

Aún si llegáramos a vivir cien años, cualquiera que se detenga a pensar seriamente, no demora mucho en percatarse de que un siglo es apenas un parpadeo en el calendario del universo.

Sin ser fatalistas ni atraer malos augurios, es claro que la vida de ninguno está garantizada. El transcurrir de cada persona pende a cada instante de un delicado hilo de vitalidad.

Quizás podríamos trascender mañana o dentro de muchos años.

Por lo tanto, comprender que la vida es un instante, nos puede ayudar a vivir más plenamente.

No porque nos convierta en personas prevenidas que a toda hora están pensando en la muerte, sino porque nos impulsa a vivir hoy como si fuera el último día de nuestras vidas.

Tal perspectiva debería alentarnos a disfrutar más de aquellas cosas realmente vitales y prioritarias para cada uno de nosotros.

Estoy seguro que si a cada persona que está leyendo este artículo, nos dijeran que sólo nos queda un mes de vida, cambiaríamos en el acto nuestras prioridades.

Cuando adoptamos el enfoque correcto de vivir como si fuera el último día de nuestra existencia, de pronto nuestra vida se transforma en una experiencia de felicidad auténtica.

Para finalizar…

Si realmente queremos ser felices o incrementar nuestros actuales niveles de felicidad y bienestar, debemos estudiar y aprender más sobre lo que realmente significa ser felices.

También es importante que desviemos nuestra atención hacia cosas más simples pero primordiales como estas cinco lecciones de felicidad que me dejó el 2021.

Es necesario identificar todo aquello que nos distrae y se roba nuestro precioso tiempo, para tener más tiempo que podamos invertir en todo aquello que ennoblezca nuestra vida.

Alcanzar la felicidad auténtica y cultivar nuestra plenitud interior, es un proceso de toda la vida que bien vale la pena dedicar durante toda nuestra vida.

Sin importar la edad que tengas, lo mucho que hayas sufrido o lo tanto que hayas crecido como ser humano, invertir en nuestra felicidad es uno de los negocios más redituables que podremos hacer.

Nos leemos luego.

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