La Felicidad no se Persigue se Atrae
¿Sabías que la felicidad no se persigue ni se busca, sino que se atrae por la persona en quien te conviertes mientras llevas una vida consciente?
Tiempo estimado de lectura: 10 minutos
Una existencia plena en la que no te obsesionas ni por las metas ni los resultados, sino en la que te enfocas en el presente y en disfrutar tanto de los desafíos, como de las alegrías que te van sorprendiendo por el camino y —paradójicamente— llevándote a cumplir tus objetivos.
Conviértete en Felicidad
Si quieres ser feliz: conviértete en la propia felicidad.
“Quiero ser feliz”
Esta frase, aparentemente simple, es una de las búsquedas más universales y, a la vez, más frustrantes del ser humano.
Tradicionalmente, operamos bajo un paradigma erróneo: creemos que la felicidad es una meta final que alcanzaremos cuando consigamos un mejor trabajo, una pareja ideal, más dinero o el próximo éxito.
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Sin embargo, la psicología moderna y las filosofías ancestrales coinciden en una verdad profunda: la felicidad no es un destino al que se llega, sino una chispa divina que se enciende desde el interior de cada ser humano.
El verdadero cómo ser feliz no reside en la persecución, sino en la transformación personal y en el trayecto.
Si quieres aprender más sobre este principio, entonces presta atención y concéntrate por unos minutos en seguir leyendo este artículo.
Por qué la Felicidad Huye cuando la Persigues
La felicidad es caprichosa porque, al igual que el éxito y la riqueza, entraña algunas curiosas paradojas.
Una de ellas es justamente el hecho de que la felicidad se aleja de quien la persigue.
Como diría el dramaturgo y ensayista de origen belga —Maurice Maeterlinck—:
«Cuando uno dice que sabe lo que es la felicidad, se puede suponer que la ha perdido»
Imagina intentar atrapar una mariposa; cuanto más corras tras ella con las manos agitadas, más lejos volará.
La felicidad se comporta de manera similar. Cuando la convertimos en un objeto de deseo externo, vinculamos nuestro estado emocional a condiciones futuras e inciertas.
Este enfoque nos coloca en un estado de carencia perpetua, donde la frase “quiero ser feliz” significa, en el subconsciente, “no lo soy ahora”; «no soy feliz en este momento».
La ciencia moderna respalda esto: investigaciones en el campo de la psicología positiva muestran que la obsesión por alcanzar la felicidad puede —irónicamente— aumentar los sentimientos de insatisfacción y ansiedad.
Esta paradoja nos impide disfrutar del presente, haciéndonos divagar entre un pasado triste y un futuro incierto, alejado de la tranquilidad que provee una mente serena.
Para realmente conseguir la felicidad, el primer paso es dejar de tratar de capturarla y —en cambio— comenzar a abonar el terreno donde pueda aterrizar de forma natural.
De Buscador a Creador
Si de verdad deseas dejar de perseguir la felicidad y —en cambio— atraer aquel tipo de felicidad auténtica y superior que yace en tu interior, es indispensable que cambies de paradigma.
El verdadero «giro copernicano» en tu viaje emocional ocurre cuando cambias la pregunta “¿cómo ser feliz?” por “¿cómo puedo ser un individuo feliz?”.
Este matiz aparentemente trivial, en realidad es crucial y trascendental para transformarte en un ser autónomo, consciente y responsable de sí mismo.
Cuando abres tu mente a esta perspectiva, dejas de ser un cazador que busca algo externo y te conviertes en un jardinero que nutre su propio jardín interior.
Los secretos de la felicidad no son trucos mágicos, sino prácticas consistentes que remodelan tu cerebro, tu perspectiva y tu mentalidad.
Esto implica mantener un compromiso constante y consciente, similar al que se necesita para convertirse en un experto en cualquier disciplina.
Requiere estudiar y aplicar principios sobre el bienestar mental y emocional del ser humano, que van desde la neurociencia hasta la sabiduría estoica.
Un recurso fundamental para este «entrenamiento» es el libro The How of Happiness de Sonja Lyubomirsky, cuyas investigaciones constituyen valiosos aportes al campo de la psicología positiva.
En este ejemplar, la autora explica cómo una parte significativa de nuestra felicidad depende de actividades intencionales y de nuestra forma de interpretar el mundo.
Conviértete en un Experto en Felicidad
Atraer la felicidad significa construir una identidad que vibre con ella.
A continuación te comparto algunos de los pilares fundamentales que componen el bastión de la auténtica felicidad:
1. Cultivar la Gratitud Activa
No se trata solamente de dar las gracias; es entrenar la mente para buscar y saborear activamente lo que sí tienes ya en este momento.
Llevar un diario de gratitud reconfigura tu cerebro para notar las oportunidades y bendiciones, en lugar de enfocarte en las carencias y faltas.
Esta práctica es uno de los secretos de la felicidad más poderosos y mejor documentados, ya que te ayuda a cambiar literalmente tu foco de atención.
2. Vivir en Estado de Fluidez (Flow o Fluencia)
Las personas felices se sumergen con frecuencia en actividades que las absorben por completo en una suerte de estado donde el tiempo parece detenerse.
Ya sea pintar, hacer deporte, tocar un instrumento o resolver un problema complejo en el trabajo, estos estados de flow o fluencia, representan momentos de felicidad pura y auténtica.
Por lo tanto, si quieres conseguir la felicidad, es esencial identificar y programar de manera voluntaria y regular, aquellas actividades en las que te puedes sumergir y absorber de manera positiva.
3. Practicar la Amabilidad y el Servicio
Estudios como los recopilados por The Happiness Research Institute, demuestran de manera consistente que la generosidad y los actos de bondad desinteresada, activan los centros de placer en el cerebro.
Ayudar a otros no solo los beneficia a ellos; es una forma directa y poderosa de ayudarte a ti mismo a sentirte pleno y conectado.
4. Aceptar la Impermanencia y la Autenticidad
Luchar contra las emociones negativas o pretender ser feliz todo el tiempo es agotador, infantil y —para decirlo con franqueza— estúpido.
Parte de ser una persona feliz es abrazar la plenitud de la experiencia humana, incluyendo la tristeza, la frustración o el miedo, sin dejar que ninguna de estas emociones o estados de ánimo definan tu esencia.
Permitirte sentir todas las emociones (positivas y «negativas») es un paso crucial para cultivar una felicidad genuina y sostenible.
La Atracción en Acción
Cuando te dedicas a este trabajo interno —practicar la gratitud, fluir con tus pasiones, ser amable contigo y con los demás, y abrazas tu humanidad— algo mágico sucede: dejas de necesitar la felicidad para encarnarla.
Tu energía cambia. Te vuelves más resiliente, más abierto, más magnético y abundante.
Las mismas circunstancias que antes te habrían derrumbado, ahora se convierten en desafíos superables.
De repente, te das cuenta de que no estás persiguiendo nada, porque estás plenamente agradecido de lo que eres, haces y tienes en este preciso momento.
No necesitas nada porque sientes que ya lo tienes todo. Has construido una vida que, en sí misma, es digna de ser vivida.
Los secretos de la felicidad culminan en este entendimiento:
La felicidad es una prioridad en mi vida, pero no tengo que perseguirla porque ella ya está iluminando todos los rincones de mi alma y alimenta cada latido de mi corazón.
La pregunta “quiero ser feliz” se disuelve, porque has terminado por convertirte en la respuesta.
Has dejado de buscar la felicidad en un lugar, y has entendido que ese lugar remoto y —aparentemente inalcanzable— eres tú.
Para finalizar…
El camino hacia la felicidad auténtica no es una carrera de obstáculos, sino un proceso de transformación interior.
Cuando dejamos de perseguirla desesperadamente y comenzamos a cultivarla desde dentro —practicando la gratitud, entregándonos a actividades significativas que fomenten nuestro propósito y, abrazando nuestra autenticidad— dejamos de buscar la felicidad para empezar a encarnarla.
La paradoja final y más poderosa es que consigue la felicidad quien deja de necesitarla para sentirse completo.
Ya no es un destino lejano, sino el aroma natural de una vida bien vivida.
Te conviertes en un imán para la dicha suprema cuando comprendes que el lugar donde debes buscar este tipo de alegría superior, se halla dentro de ti.
¿Hasta ahora has estado buscando y persiguiendo la felicidad como quien va detrás de una sombra que no puede alcanzar?
¿Qué reflexión ha despertado en ti el leer el contenido de este artículo?
¿Crees que vale la pena dejar de perseguir la felicidad para convertirte en ella?
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Al seguir estas dos peticiones, te conviertes en un «transmisor» de paz, felicidad y riqueza.
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