¿Qué es la Neurofelicidad y Cuáles son sus Ventajas?
La neurofelicidad es la forma en que la ciencia ha venido configurando sus averiguaciones entorno a la la felicidad y el cerebro.
Es un concepto que pretende explicar la relación entre el sistema nervioso, regulado por su máximo regente, el cerebro, y su impacto en nuestro bienestar emocional.
Una de sus ventajas más importantes consiste en comprender lo que podemos denominar, «los efectos biológicos de la felicidad».
A diferencia de la felicidad auténtica que es una felicidad interior, y por ende, una felicidad psicológica, la neurofelicidad es una «felicidad biológica».
Es una felicidad que está directamente asociada a nuestro cuerpo.
Es decir, una felicidad que proviene de las diferentes funciones neurológicas que se suceden en nuestro organismo.
Esto significa que el sistema nervioso y el cerebro, pueden proveernos diversas maneras de mejorar nuestras emociones y nuestro estado de ánimo.
Todo ello, siempre y cuando conozcamos su funcionamiento y actuemos en virtud de lo más conveniente para nuestro bienestar emocional.
Por lo tanto, ignorar su funcionamiento, puede causar también el efecto contrario, socavando nuestra alegría.
Por otro lado, esta clase de felicidad es más fácil de medir y estudiar, en tanto que se la puede analizar a la luz de la ciencia.
Sobre la base del método científico aplicado al monitoreo de nuestro cerebro y sus repercusiones positivas o negativas en nuestro bienestar.
Aunque a la hora de experimentar alegría, ánimo o, por ejemplo júbilo, asociemos dicha experiencia a un evento mental o psicológico, no solemos pensar en que tal sensación sea producto de un efecto neurobiológico.
En Las Glándulas de la Felicidad y la Salud Plena hablé sobre los beneficios de conocer el funcionamiento de la glándula pineal y la glándula timo.
Allí, expliqué cómo es posible incrementar nuestros niveles generales de bienestar y felicidad, aprovechando los efectos que dichas glándulas tienen sobre nuestro organismo.
Pero entonces, ¿qué es la neurofelicidad y cuáles son sus ventajas?
La neurofelicidad, por tanto, se ocupa de estudiar cómo aprovechar mejor el arsenal químico que produce nuestro cuerpo.
Se interesa por entender cómo utilizar mejor y a nuestro favor, ese maravilloso efluvio químico que conocemos como hormonas.
Un complejo químico que es administrado por el cerebro y por nuestro sistema nervioso.
Si bien la neurofelicidad se apoya en la ciencia, no es lo mismo que la ciencia de la felicidad.
En este sentido podemos afirmar que la neurofelicidad hace parte de la ciencia de la felicidad, pero no al contrario.
La ciencia de la felicidad no es la misma neurofelicidad porque la primera tiene un alcance mucho más amplio y extenso.
La ciencia de la felicidad, por ejemplo, se puede ocupar perfectamente de estudiar cualquier otro fenómeno bajo el rigor del método científico.
Es una ciencia que no está exclusivamente restringida al cerebro y su impacto en el bienestar.
La ciencia de la felicidad podría ocuparse, por ejemplo, de medir la felicidad dentro de una comunidad del sur de África, sin que por ello deba evaluar directa e invasivamente el cerebro de los individuos implicados.
Más bien, podría proponer cualquier técnica o experimento de carácter científico, que recopile datos y variables con la intención de validar una hipotesis que inicialmente se haya planteado.
Por otro lado, la neurofelicidad también se ha atribuido la enorme responsabilidad de obtener experiencias que conduzcan a la felicidad.
Ello a partir del control consciente y lúcido de la mente y de sus productos: los pensamientos.
Al respecto, una de las afirmaciones más conocidas de la neurofelicidad es el hecho de que el cerebro juega un rol preponderante en la felicidad humana.
Tal confirmación parece obvia. No obstante, es muy común que asociemos gran parte de la felicidad con lo abstracto.
Con una noción metafísica en la que no interviene para nada lo físico; lo fisiológico.
De hecho, es a partir de estas ideas que muchas personas han optado por imaginar que la felicidad es un privilegio reservado sólo para los santos.
Un don exclusivo para los profetas, los sabios y los poetas.
Y la verdad es que ser feliz sí requiere el cultivo de la sabiduría, pero en un sentido sumamente natural que está al alcance de todos.
No me refiero a una sabiduría de genios ni de magos, simplemente se trata de una sabiduría que nos invita a pensar a conciencia sobre la importancia de la felicidad en nuestras vidas.
Aprender a ser auténticamente feliz demanda el mismo esfuerzo que requiere quien desea aprender con maestría un arte, una profesión o un oficio.
Es en este sentido que se requiere ser sabio.
A la hora de ser plenamente felices, es necesario tener la suficiente sabiduría como para reconocer y aceptar que la felicidad es un bien máximo.
Un objetivo supremo al que todos y cada uno de los seres humanos podemos aspirar, y claramente, alcanzar.
Sin tal reconocimiento, seguiremos dándole prioridad a muchas otras cosas que en su mayoría nos distraen y nos alejan de la plenitud interior.
Asimismo, es necesario ser sabios para distinguir entre los distintos tipos de felicidad y sus efectos en nuestro bienestar.
Pues no es lo mismo cultivar una felicidad basada en lo exterior, en lo mundano, que una felicidad auténtica, que nace en nuestro ser interior.
Ser sabios significa no dejarnos engañar ni persuadir por las nociones de felicidad que vienen propiciadas por el marketing o el consumismo.
Todo ello para no permitirnos naufragar en los agitados océanos de la cotidianidad y la sociedad.
Ahora bien, añadir el estudio de la neurofelicidad a nuestros conocimientos en felicidad, es como conjugar la ciencia con el arte.
Por un lado, la neurofelicidad nos permite conocer científicamente la forma en que nuestro cerebro contribuye a nuestro bienestar.
Y por otro lado, la felicidad interior, o como la ciencia misma la cataloga, el bienestar subjetivo, nos permite aprovechar ese poder espiritual que, fluyendo desde nuestra alma, nos provee de serenidad, paz interior y armonía mental.
En este punto, podemos decir que la auténtica felicidad es como tener un doctorado en felicidad.
Tal aseveración puede ser atrevida. Sin embargo, tiene mucho sentido puesto que sólo quienes dominan los dos lados de la ecuación, se pueden considerar verdaderos maestros de una materia.
Por tanto, ser auténticamente feliz exige precisamente conjugar armoniosamente la ciencia con la espiritualidad.
En este sentido, es como un «alquimia divina» que nos lleva a aprender tanto de las valiosas aportaciones científicas, como de los pensamientos e ideas que vamos cultivando entorno a la felicidad.
Una persona cuya mentalidad le permite aprovechar los mejores conocimientos de la ciencia y de la espiritualidad, es sin lugar a dudas, una persona sabia.
Para finalizar…
Con el fin de responder a la pregunta que nos plantea este artículo, ¿qué es la neurofelicidad y cuáles son sus ventajas? podemos resumir lo siguiente.
La neurofelicidad es el estudio riguroso de la felicidad, a la luz del método científico.
Es el análisis técnico y medible de la felicidad a través de experimentos y estudios con fines científicos.
Sus ventajas se resumen en aprender más sobre la incidencia del cerebro y el sistema nervioso en nuestro sistema de felicidad.
Con la neurofelicidad, es posible armonizar nuestros pensamientos para que nos provean bienestar y tranquilidad.
Asimismo, a pesar de los muchos avances en el estudio del cerebro y la felicidad, todavía queda mucho camino por recorrer.
Estoy seguro de que en los años porvenir, podremos ver nuevos descubrimientos y avances que nos permitan aprender aún más sobre cómo aprovechar al máximo las funciones cerebrales para nuestro buen desarrollo psicológico y emocional.
Con todo, la neurofelicidad es una materia que hace parte del currículum del estudio de la felicidad.
Para los estudiosos de la felicidad, la neurofelicidad constituye una excelente materia que complementa e integra muy bien los diferentes temas que a lo largo de nuestro estudio vamos acumulando entorno a esta área.
A diferencia de una carrera académica en la que estudiamos para graduarnos tras cumplir con un pénsum, la carrera de la felicidad es un estudio para toda la vida.
Y no sólo para toda la vida, sino para la vida, pues la felicidad es una herramienta para utilizar durante los exámenes finales que a diario nos pone la vida.
Para enfrentar los múltiples retos y desafíos que se presentan a lo largo de nuestra existencia.
¿Consideras que el estudio de la neurofelicidad es un buen complemento para conocer más sobre la felicidad en general?
¿Te llama la atención estudiar y aprender más sobre la neurofelicidad?
Déjame tus comentarios.