¿En qué Enfocan su Mente las Personas Felices?

¿En qué Enfocan su Mente las Personas Felices?

Desde que inicié mis estudios autodidactas en felicidad y desarrollo humano, siempre me he preguntado en qué enfocan su mente las personas felices. Esta cuestión, es una de las premisas que aun hoy sustentan y guían mi plan de estudios en felicidad.

Las personas que son felices no lo son por azar o simple capricho. Aunque la felicidad es nuestro estado natural por excelencia, conectarnos con esta sintonía, requiere de práctica. Particularmente en occidente donde por diversos factores nos desconectamos desde muy jóvenes de ese estado de plenitud y armonía.

Si queremos ser felices, nadie puede negar que sería de gran ayuda pensar como las personas que realmente ya lo son.

Es la misma lógica que aplicamos cuando queremos ser profesionales o expertos en algo. Lo normal es que estudiemos para saber cómo se hace o qué se requiere para aprender aquello que necesitamos. Pues bajo esta misma dinámica se mueve el aprendizaje progresivo hacia la maestría de la materia que queremos dominar.

Las personas felices poseen hábitos y patrones de pensamiento que les permiten enfocar su mente en la felicidad. Su fluidez con esta forma de plenitud es tan armónica, que uno se siente inspirado a vibrar en la misma frecuencia cuando se cruza con ellas.

Lo anterior no significa que todas las personas felices conozcan con rigurosidad todas las teorías que surgen a diario desde la ciencia de la felicidad. Ellas no son necesariamente conscientes de cuanta técnica o concepto hay, pero sí tienen en cuenta algunos principios elementales que les permiten ser felices.

La mayoría es consciente de que hay algunos hábitos y buenas prácticas que les ayudan a sentirse tranquilos y en paz. Hábitos que se alimentan de su forma de ver la vida y del tipo de pensamiento que tienen. En otras palabras, actividades rutinarias que los ayudan a estar en armonía con los demás y con ellos mismos. Todo ello, gracias a aquello en lo que conscientemente enfocan su mente.

Considerando lo anterior, veamos en qué enfocan su mente las personas felices.

1. Las personas felices enfocan su atención en el momento presente. Conviven en armonía con el instante. Aunque «vivir el presente» sea una frase de cajón, la realidad es que es muy poca la gente que practica este gran hábito.

Vivir en el presente significa ser consciente de todo lo que ocurre a cada instante. Ser consciente de lo que ocurre en cada momento no quiere decir que se deba estar pendiente de las noticias o detrás de una pantalla como si uno fuera un corredor de bolsa o un controlador aéreo. Al contrario, significa fluir de manera suelta en el transcurrir de los diferentes sucesos de la vida. Es disfrutar del desayuno mientras se desayuna. Del trabajo mientras se trabaja. Del ocio mientras se descansa. Es estar presente en cuerpo y mente en cualquiera que sea la ocurrencia que se esté sucediendo.

2. Las personas felices meditan. Ellos saben que meditar les permite aquietar y calmar el ruido que hay en la mente. No necesitan ser monjes ni faquires para entender que la meditación es una práctica sumamente beneficiosa para su bienestar. Como son conscientes de todos los beneficios que conlleva la práctica constante de la meditación, la realizan con disciplina y disfrutan de sus maravillosos efectos, como si se tratara de uno de sus pasatiempos favoritos.

3. Las personas felices enfocan su mente en pensamientos de riqueza, prosperidad y abundancia. Aunque no están exentos de concebir pensamientos negativos y de poco valor, no se apegan a éstos y dejan que pasen. Nutren su mente con ideas y palabras positivas que los recargan de energía y les ayudan a enfrentar la adversidad con mayor claridad e inteligencia. Cuando se caen, se levantan y siguen adelante. Si caen en un pozo de arena movediza, no se desesperan porque saben que mientras más se muevan, se pueden hundir más. Más bien, esperan con paciencia y en la quietud de una mente clara y serena, solicitan ayuda sin por ello sentirse débiles o inferiores.

Su mente se enfoca en la parte llena del vaso. Aunque son conscientes del vacío, no lo ven como algo malo, sino como un espacio que en algún momento deberá ser ocupado por aquella abundancia que saben que se merecen.

4. Las personas felices enfocan su mente en «priorizar lo importante». Ellos saben que enfocarse en nimiedades y en lo que está por fuera de su control, es una empresa inútil que les puede robar su tranquilidad. Por ello, saben en qué es importante invertir y enfocar sus recursos. No malgastan su tiempo en cosas sin importancia ni pierden energía en cambiar lo que no se puede cambiar. No se preocupan, sino que se ocupan de definir sus prioridades más importantes. Bajo este enfoque, logran dedicarse a sus objetivos y metas más significativas.

Las personas felices toman decisiones más inteligentes porque lo hacen en concordancia con sus prioridades. Saben cuándo decir no, protegiendo de esta manera su recurso más valioso: el tiempo.

5. Las personas felices enfocan su mente en ayudar a los demás. Aunque saben decir no para cuidar su tiempo, alinean sus propósitos sobre la base del altruismo y la generosidad. En vez de ayudar a una sola persona, crean ideas  que proveen bienestar y beneficios a la mayor cantidad de personas posible. Como su propósito principal es contribuir con la sociedad a través de sus emprendimientos, trabajan con motivación y alegría porque se sienten útiles y valiosos.

No obstante, cuando una sola persona solicita su ayuda, «enseñan a pescar y no dan el pescado». Con amabilidad y buena disposición evalúan el panorama general situación, para determinar la mejor manera de ayudarla, sin perjudicar su progreso en su trayectoria evolutiva. En otras palabras, dan la mano, pero no interfieren. Son conscientes de las leyes espirituales que rigen la vida de cada ser humano, y por ende las respetan sin transgredirlas.

Su sentido de servicio, los hace sentir «humildemente importantes», reconociendo que hay más grandeza en servir que en ser servido.

6. Las personas felices enfocan su mente en cuidar de su tiempo. Valoran su tiempo y por ende lo cuidan como si se tratara del tesoro más valioso; y ciertamente lo es. Paradójicamente, el tiempo es el recurso más equitativamente repartido, pero también el menos aprovechado. Sin embargo, las personas felices, saben enfocar su mente para sacar el mayor provecho de su tiempo. Por eso lo utilizan para estudiar y aprender sobre materias que les permitan crecer en todo sentido. Lo invierten en su familia y en sus amigos; en proyectos e iniciativas que expanden su riqueza y su bienestar.

Aunque cuidan responsablemente de su tiempo, no se obsesionan con él. Ante un imprevisto o un evento que se salga de su agenda, se adaptan rápidamente y no sufren por tal suceso. También se conceden espacios de recreación en los que se dedican con pasión a sus pasatiempos y a cultivar y mantener sus relaciones familiares, sentimentales y de amistad.

7. Las personas felices enfocan su mente en el éxito genuino. Como reconocen la diferencia entre el éxito social y el éxito genuino, saben que el primero es más enriquecedor que el segundo.  Mientras que el éxito genuino nos permite progresar mediante el desarrollo de nuestros propios talentos y propósitos, el éxito social nos lleva a progresar siguiendo únicamente lo que la mayoría considera importante. Lo que la sociedad y los medios decretan o postulan como digno de conquistar.

Quienes no persiguen el éxito genuino, sino el éxito social, son más propensos a sentir envidia, porque se comparan con los demás. Miden sus triunfos únicamente con base en los estándares de la sociedad y no de sus propias metas e intereses.

En contra, cuando trabajamos articulados con los engranajes del éxito genuino, trabajamos en procura de nuestra propia realización. Nos salimos del paradigma social que define el éxito sobre la base de ciertas adquisiciones que más que felicidad, conducen a la desilusión y a la insatisfacción.

Saber en qué enfocan su mente las personas felices, es una gran ventaja que nos permite incrementar nuestros propios niveles de felicidad. Asimismo, es también un refuerzo para quienes ya estamos comprometidos cien por ciento con nuestra felicidad, porque nos recuerda la importancia de hacer que nuestra mente trabaje a nuestro favor.

Tanto si ya eres feliz como si aún no lo eres, recuerda que tú también puedes ser feliz y que poniendo en práctica estos consejos de los seres felices, podrás cambiar significativamente tu vida.

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